Cuando compras algún artículo o pagas por algún servicio, pocas veces te detienes a preguntarte por qué pagas un determinado precio por él. Sin embargo, las cosas cambian cuando estás del otro lado y eres tú el que tiene que fijar un precio sobre lo que haces.
A continuación, te damos algunas recomendaciones para que pongas un precio sobre tu trabajo, ya sea que te trabajes como independiente que estés pensando en montar tu propio negocio:
Ahora lo que puedes hacer, es sumar los tres conceptos mencionados. El resultado de esta suma es lo que a ti te cuesta producir tu producto o servicio.
Para obtener la ganancia, puedes aumentar un porcentaje a la cifra que ya habías obtenido. Por ejemplo, supongamos que haces helado, y producirlo te cuesta cinco pesos. Para lograr una ganancia, puedes aumentar el treinta por ciento, que en este caso es un peso con cincuenta centavos, así el precio para tus clientes sería de seis pesos con cincuenta centavos pesos por helado.
Recuerda que el precio al público de tu producto o servicio se determina por el mercado. Es decir, antes de que salgas a vender, tienes que investigar cuánto pagan por tu servicio en el mercado y de ahí basarte para fijar tu precio. Considera factores como el beneficio que proporcionas al cliente, el valor agregado del producto y la situación económica del país en general. Por ejemplo, si comercializas algún artículo de lujo, podría no venderse tan bien durante una crisis económica y tendrías que reajustar el precio.
Toma en cuenta las necesidades de tus clientes. Trabajar en la diferenciación de tu producto o servicio, te dará la oportunidad de recibir la remuneración que deseas por tu trabajo.
Estos consejos te ayudarán a fijar un precio justo a tu producto o servicio, para ti y para tus clientes, así podrás trabajar y disfrutar los resultados de lo que haces.