A todos nos ha pasado que nos ponemos felices cuando recibimos nuestros ingresos -bien sea en forma de salario o renta- pero nos entristece cuando a final de mes todo parece haberse evaporado en gastos, y no conservamos nada para el ahorro. Al manejar el dinero de esta forma, le estamos dando prioridad a nuestros gastos, descuidando el ahorro que nos va a permitir lograr nuestras metas y sueños. Para que esto no ocurra y puedas dar prioridad a tu ahorro, la solución es simple: ¡Págate a ti primero!”. Es muy fácil si tienes en cuenta lo siguiente:
¡Págate a ti primero! Y ya sabes, no es necesaria una cantidad grande de dinero para comenzar a ahorrar, solo se necesita la motivación suficiente para empezar, incluso con cantidades pequeñas. ¡Todo es cuestión de dar el primer paso, ser constantes y disciplinados!